El abuso de poder para el beneficio personal, transgredir compromisos, utilizar privilegios, obtener un beneficio ajeno al bien común…
¿Qué factores nos incitan a tomar decisiones para comportarnos de forma corrupta?
Las raíces son demasiado antiguas y han evolucionado para ser perdurables en el tiempo. Las enseñanzas pasan de generación en generación, los vínculos y relaciones que las mantienen se consolidan por ser el modo de vida de mucha gente y el factor clave es que casi todos los sistemas favorecen la corrupción.
A nivel interno nos afectan diversas causas como la falta de educación, la carencia de conciencia social, el desconocimiento, los infravalores humanos, los paradigmas distorsionados, etc…
A nivel externo también ayuda la impunidad de algunos actos que se cometen, los antivalores que fomentan algunos modelos sociales, el excesivo poder que otorgan determinados cargos públicos, la falta de transparencia en la información encubriendo lo que no interesa sacar a la luz y sobretodo la extrema complejidad del sistema.
El dilema moral radica en que las normas establecidas no son igual de válidas para todos, puesto que ningún gobierno puede determinar el límite del bien y del mal sin incidir positivamente en ciertos colectivos en detrimento de otros. De todo ello es fácil concluir que los sistemas sociopolíticos en los que existe corrupción no son sólo un fracaso sino que hasta la fecha no han inhibido la decisión individual de infringir las normas impuestas por éstos.
Éstos sistemas que se rigen por afinidades culturales, lingüísticas, geográficas, que aglutinan a todos sus habitantes en un saco tejido con el legado histórico, que tras arduas conquistas y reconquistas, se han ido formando bajo el denominador común de una bandera, han estado capitaneados por representantes que han cometido actos atroces con total impunidad bajo la consigna del bien y a su vez han conseguido desterrar a "iluminados" por actos corruptos contra el sistema bajo la consigna del mal.
Un sistema que generaliza, hasta la fecha, ha demostrado no ser un sistema sólido, y los macrosistemas a los que tiende la sociedad actual globalizada, con entes supranacionales como la ONU, el FMI, el Banco Mundial, etc... no son más que augurios del declive d
e los sistemas sociales.
Si nos corrompemos es porque la moral que nos enseñan dista demasiado de la verdadera moral.
Ser radical frente al sistema es menos inmoral que resignarse al mismo.
1 comentario:
Parece ser la que la premisa básica en la que (creen que) se fundamenta nuestro sistema socio-económico es la de que cada individuo mira por sus propios intereses. En la famosa teoría de juegos, donde (entre otras...)se analizan los factores que influyen en las relaciones interpersonales, donde hasta en la pareja (o eso dicen), todo se basa en una cuestión estratégica de obtención de tus propios objetivos personales. Esta forma de generalización sirve para establecer una única proposición de comportamiento en base a un sistema de producción y obtención de beneficios. Naturalmente esta es una visión muy reducida de la naturaleza humana. Un saludo y adelante! markuko
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