Construimos ilusiones… se jactaban.
Pero sin vender y con poco dinero,
ya no son amigos ni de los banqueros.
Los lamentos son para estos tiempos.
Los jocosos poderosos están llegando a su fin,
se acicalarán para que en la calle dispuestos,
los ciudadanitos les podamos escupir.
Crisis, crisis, crisis, es su sollozo,
tras haberse carcajeado con gozo
de los más desdeñados e indoctos
con los que van a compartir ahora el pozo.
Oh promotor, promotor,
que poco temías esta trance
pensabas que algún burro y tontorrón
te volvería a sacar de este lance.
Mal venido seas promotor al mundo real,
donde las ilusiones no son de cemento sino de cristal.
2 comentarios:
Brindo por el dicho aquel que dice...A todo cerdo le llega su San Martín.. Por cierto a todos los que les llegó ya, felices seais en vuestra pedanteria.
Esas ilusiones rotas,
esos sollozos al viento,
que por mi bolsillo muero
hasta quedar sin aliento.
Es tan grande el agujero
y tan hondo el sinvivir,
que cuando en el promotor pienso,
casi que quiero morir.
Con tus palabras me quedo,
por las ilusiones rotas,
de aquel mundo cristal
que nos dejó el capital.
Un abrazo, poeta!
Markuko
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