Es cuanto menos alarmante que según análisis oficiales que se hacen sobre la situación del sistema financiero (tendencioso o no) :
El 61,3% de los créditos concedidos por entidades financieras en el año 2007 tienen que ver con el ‘ladrillo’.
El 8,7% de lo prestado por la banca se lo han tragado las constructoras.
Las promotoras inmobiliarias se han llevado el 17,3%.
El 35,3% tiene que ver con la adquisición o rehabilitación de viviendas.
De los 1,72 billones prestados por las entidades a sus clientes, más de 1 billón de euros han sido en lo que era una apuesta segura (no?)
Quien piense que este % es perfectamente digerible para el sistema financiero español va muy equivocado. El reventón de la burbuja inmobiliaria está embaldosando los balances de las entidades financieras, sin que ningún mando económico incida autoritariamente sobre el asunto.
La banca que juega al monopoly, no quiere quedarse sin jugadores. En lugar de procurar el concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) y eliminar del mapa a los clientes que no pueden seguir jugando, como haría cualquier empresa comercial, ha optado por refinanciar las deudas de sus clientes, aumentando obviamente la exposición de su cuenta de resultados al riesgo inmobiliario.
A priori, esta estrategia puede parecer perspicaz y hasta ‘patriótica’. Por un lado, evita que bancos y cajas de ahorros queden retratados ante la opinión pública (HECHO MUY IMPORTANTE) con un aumento excesivo de la morosidad. Por otro, permite que los flujos de caja de las inmobiliarias por escasos que sean se queden en las entidades (HOY EN DÍA EL DINERO ES UN BIEN ESCASO).
La estrategia, por lo tanto, parece razonable a priori, pero con sólo observar la historia financiera de este país en los últimos 30 años, se ve que es un auténtico disparate. Si algo ha quedado claro es que la manera más directa de llegar al desastre es retrasar los problemas mirando para otro lado.
AÑOS 70:
De los 110 bancos que operaban en España a finales de 1977, 51 se vieron afectados por problemas de solvencia entre esos años. La crisis alcanzó su punto álgido en 1983, con la expropiación de los 20 bancos del conglomerado industrial Rumasa, y se alargaría hasta 1985. Los 51 bancos con dificultades gestionaban un volumen de depósitos cercano a los 9.500 millones de euros, empleaban a más de 35.600 empleados y contaban con 2.622 oficinas. La factura para los ciudadanos fue brutal. La crisis bancaria costó al erario público (saldo entre lo aportado y lo recuperado) 2.993 millones de euros de los de entonces. Como se ve, eso de socializar las pérdidas de la banca no lo inventó Bush.
La crisis bancaria estuvo ligada al empeoramiento de la actividad económica (aumento de morosidad), pero también al deterioro del margen de intermediación, al encarecimiento de la remuneración de los depósitos, a la elevación de los coeficientes obligatorios de inversión, Y SOBRETODO a que algunas de estas entidades acometieron inversiones crediticias de alto riesgo, llegando a exceder los límites aconsejables.
En este entorno se dieron prácticas contables tendentes a enmascarar la situación y se llevó cabo una huida hacia adelante,forzando actividades dudosas, aflorando inexistentes revalorizaciones de activos, renovándose operaciones fallidas, etc. Dada la imposibilidad de superar la crisis, se acentuaron las operaciones irregulares, las cuales aceleraron el colapso de las entidades afectadas”.
SITUACIÓN ACTUAL:
Pues seguramente será el Gobierno, que parece dispuesto a lo que haga falta para aliviar la gripe del pollo financiero.
Son sociedades que ofrecen rentabilidad a los clientes que compran una participación de estas, similar funcionamiento al de la bolsa.
Otra de las exigencias de las Socimi es que repartan el 90% de su beneficio en dividendos, que vienen a ser como el cupón de un bono.
PUES PORQUE LOS BANCOS NECESITAN AYUDA.
El pez que se muerde la cola, lo lleva en los genes al igual que la anterior generación.
1 comentario:
¿Y porqué no sale en los medios?
Muy buen artículo...Verdades sin silencia, sin pausa, sin dejarse una piedra (o dos, o tres...) en el zapato(ero).
Espero seguir leyendo más denuncias como esta, adelante con la difusión.
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