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miércoles, 19 de agosto de 2009

APRENDER A OLVIDAR


Nuevo día en el mundo real,
su cabeza se atormenta sin cesar,
su alma no puede correr,
su instinto se arremolina, otra tempestad,
su angustia es querer y no poder.

Quisiera aprender a desliar,
los nudos que le estancan,
quisiera censurar aquello aleccionado,
todas esas ideas de prestado,
que en su sentido se atrancan.

Sin embargo, no puede olvidar,
no sabe olvidar,
nadie le ha enseñado a olvidar...

Su moral la manejan, su fe la tallan,
su suerte es desgraciada,
esposado a su sombra,
espera que una brisa bailonga,
le despoje de esta sociedad arruinada.

El olvido es la riqueza,
pues sus costumbres le aquejan,
lo sabido no le da certeza
y esconderse no es la clave, ni la pieza.
A olvidar a nadie le enseñan.

Sin embargo, pudo olvidar,
aprehendió a olvidar
y nadie le ha enseñado a olvidar...

viernes, 7 de marzo de 2008

METAMORFOSIS

Existimos encorsetados en el espacio-tiempo...
Privamos a la naturaleza de su libertad...
Domamos nuestros instintos mediante la razón...
Reprimimos sentimientos para no mostrar debilidad...
Controlamos actos para proyectar roles...
Evitamos vicios por imposición...
Engañamos a nuestros sentidos para percibir lo que queremos...

La educación es la causa de que aquello que aprehendemos con convicción se convierta en nuestra verdad única, aunque deberíamos considerar que el aprendizaje derivado de experiencias y percepciones no es la única verdad.
Realizamos acciones para cohibir todo aquello que no creemos conveniente para nosotros mismos y después nos convencemos de que es lo correcto. Ese pensamiento se fundamenta en los pilares educativos que se han ido construyendo en el interior de cada uno... que no tienen porque ser irrefutables.

Por ello, es recomendable echar el freno, suavemente, pero frenar.
Iniciar una búsqueda interna para hallar la raíz de los pensamientos básicos que determinan nuestros comportamientos, sufrir un proceso de metamorfosis poniendo en duda todo lo que consideramos cierto. Recapacitar, reconstruir, revolver, redirigir, repetir los procesos de aprendizaje desde un prisma objetivo, que nos permita conocer los fundamentos que han cimentado nuestro modus vivendi y vacilar de su convicción.
A partir de ahí, se debe iniciar la siembra de nuevas conclusiones.

Detente, no dejes que la inercia de ti mismo te lleve por caminos que no deseas, critícate sin reproches, reordénate y deshecha ideas viejas, renueva tus bases con fundamentos lógicos y empieza a disfrutar de tu nuevo yo.

Tienes toda la vida para pensar, ¿pero ya te paras a pensar en ella?
Libera tu mente...