miércoles, 20 de febrero de 2008

LA LÓGICA DE LA GANANCIA.


Hemos aprendido a que sumar nos hace crecer. Las personas no debemos poner límites al crecimiento personal, es de una lógica aplastante que para que mejor funcione un motor se debe lubricar y reparar constantemente.
Desarrollar nuevas habilidades es una ganancia, en la que la predisposición al cambio mediante una actitud proactiva y fuerza de voluntad nos hará afrontar la torpeza, la vergüenza, las incomodidades, los complejos y las inseguridades a las que ese cambio nos reta. Una vez superadas, conseguiremos obtener el resultado: una nueva aptitud. Y a partir de ahí, vuelta a empezar

¿Parece un círculo lógico y productivo?

Sin embargo, el peligro de esta lógica de la ganancia se cierne sobre lo que el hombre es capaz de desarrollar mediante su voluntad de mejora.
Desde hace aproximadamente 150 años gran parte de la humanidad se ha encargado de promover a toda costa un nuevo concepto de vida "la persona jurídica". Se creó algo poderoso pero poco capaz de desarrollar habilidades sociales.
Ha pasado exactamente lo mismo que con el monstruo de Frankenstein, el cual tenía tanta fuerza que se le escapó de las manos a su creador.

El error no es aplicar la lógica de la ganancia sobre este "ente", sino que la equivocación radica en que la ganancia lógica, es sumar beneficios económicos eludiendo sus responsabilidades, como si de un adolescente rebelde se tratase.

La solución, aún temprana, pasa por que las personas que pertenecemos y creamos a estos "entes" desarrollemos nuevas habilidades que nos permitan empujar a estas instituciones a responsabilizarse realmente de su impacto social, aunque eso comporte afrontar torpezas, vergüenzas, incomodidades, complejos e inseguridades que suponen ese cambio. Sólo de esa forma se podrá corregir el rumbo para obtener un desarrollo sostenido y ecuánime. Y a partir de ahí, vuelta a empezar.

¿Parece un círculo lógico y productivo?

jueves, 14 de febrero de 2008

LA REALIDAD ES UNA PERCEPCIÓN.


Experimentamos sensaciones constantemente, percibimos la realidad a través de estímulos captados por nuestros sentidos que el cerebro se encarga de descodificar. Cada persona percibe los estímulos de forma distinta, somos observadores que se han definido a si mismos a través de una concatenación de percepciones pasadas.

Actuamos de forma sistemática e individual: Percibimos, simplificamos, ordenamos y configuramos la percepción con unas ideas preexistentes.
Percibimos fenómenos y nunca seremos capaces de observar el denominado noúmeno (o la cosa en sí según "Kant"), puesto que no estamos diseñados para conseguirlo.

A veces percibimos de una manera especial el presente, normalmente cuando sucede algo fuera de lo común en nuestras vidas. Este hecho se magnifica cuando además esa sensación se comparte con otras personas que están experimentando lo mismo que tú. Aunque se trata de algo subjetivo, esa percepción colectiva se convierte en una realidad única en tu recuerdo.

En homenaje a los integrantes del curso de integración CEC.

"La realidad no es una percepción concreta, lo importante no es lo que piensas, sino como te sientes en el momento que llegas a formar parte de esa realidad y si recuerdas ese momento, podrás percibirlo SIEMPRE."

sábado, 9 de febrero de 2008

EL SECRETO ¿YA LO CONOCES?


Recientemente llegó a mis manos un documental/película denominado, THE SECRET. Éste trata, supuestamente, del secreto mejor guardado de la humanidad desde los tiempos más remotos, el cúal había sido conocido y dominado por las personas más poderosas del mundo a lo largo de la historia (Edison, Ford, Rockefeller, Einstein, Lincoln, Roosevelt, etc...).


El secreto se basa en LA LEY DE LA ATRACCIÓN, piensa lo que desees y conseguirás atraerlo hacia tí y espera las cosas que has pedido como si ya las tuvieras. Visualiza, abre tu mente y recibe.


Mi fascinación vino cuando viendo el documental, me di cuenta de que muchas de las experiencias vividas por los actores/entrevistados, se asemejaban a experiencias que he vivido yo.
Pero... (todo tiene un pero) se debe añadir que lamentablemente está enfocado de forma materialista para captar la atención al máximo, por lo que cada uno debe valorar la finalidad del mensaje a su manera. No dire más, el secreto lo has de descubrir por ti mismo y hacerlo tuyo.

jueves, 7 de febrero de 2008

EL HOMBRE, UN MONO QUE RAZONA.


El ser humano no es un ser racional en contra de lo que se pensaba!
Está demostrado que el hombre razona, pero que la mayoría de sus actos no son racionales, por lo tanto no es un ser racional.

El drama de la humanidad es que NO actuamos estrictamente como consecuencia de una racionalidad basada en la experiencia, sinó que las emociones nos superan constantemente y determinan nuestra forma de actuar. Son las afinidades y los miedos los que nos contaminan y acaban definiendo nuestras actitudes.

Por ejemplo, la gente de un partido político o de un equipo de fútbol no suele cambiarse de partido o club por muy mal que éstos lo hagan, ya que es una inercia emocional defender a capa y espada todo aquello a lo que uno se siente afín. En el amor pasa exactamente igual que con las ideologías, una persona que se enamora lo ve todo de color de rosa, efecto denominado catatimia. Por muchos defectos que tenga la otra persona, el enamorado sólo será capaz de ver virtudes, a diferencia de lo que percibe el resto de la gente.
Todos nos equivocamos al pensar que hacemos las cosas porque nos gustan, ¿realmente les gusta a los jóvenes irse de casa de sus padres? Lo que realmente les gusta es despojarse de lo que no quieren, y eso es vivir en casa de sus padres.
Que no nos guste algo no significa que nos guste lo contrario.

Las personas deberíamos fijarnos más a la hora de tomar decisiones, cierta emocionalidad es buena, pero para ser mejores con nosotros y por ende con los demás deberíamos saber distinguir, entre lo que es racional y lo que no.
A nivel más global cuanto más racional o técnico es un país o una sociedad, es decir más tecnócrata, está demostrado que mejor funciona.

El ser humano sigue estando más cerca del mono de lo que queremos creer, puesto que lo contrario es un pensamiento emocional.