sábado, 20 de junio de 2009

JUNIO DE SENSACIONES




La sensación se refiere a experiencias inmediatas básicas, generadas por estímulos aislados simples (Matlin y Foley 1996).



Que sensación despertarse un mañana de Junio tras varias horas de sueño porque una ligera brisa se ha colado por la ventana para enfríarte las mejillas...



Que sensación pasear un mediodía de Junio mezclándote con el juego de luces y sombras que ofrecen las ciudades...



Que sensación llegar un mediodía de Junio a la orilla del mar para sentir un escalofrío al poner un pie en el agua...



Que sensación tumbarse en la arena de la playa, mojado y con sabor a salitre, para pensar en los Junios pasados que auguraban un verano prometedor...



Que sensación sentarse en cualquier terraza de un bar una tarde de Junio para ver pasar a la muchedumbre con ropa ligera y la piel enrojecida mientras tomas una copa fría...



Que sensación ver enrojecerse el cielo cuando se escapa el Sol de Junio haciéndose el remolón por los tejados hasta las tantas...



Que sensación dejar atrás la primavera para salir de casa una noche de Junio con dos mudas y un "es verano" en los labios...



Que sensación sentarse en un banco de la calle una medianoche de Junio sin nada más que una conversación en los bolsillos...



1 comentario:

markuko dijo...

Junio, aunque parezca contradictorio, nos regala una bocanda de aire fresco emocional.

Es la entrada del verano, el umbral de nuestras vacaciones, la alegria visual de cuerpos semi-desnudos, los recuerdos de la infancia veraniega, las charlas al aire libre, los chiringuitos playeros, el moreno bronceador y el olor a crema 'aftersun'...

Junio es, además, el mes en el que el verano se disfruta sin un sol abrasador...

Por todo esto y más, Junio siempre es apetecible.