jueves, 26 de junio de 2008

EL LENGUAJE DEL UNIVERSO


Las matemáticas (inventadas o descubiertas) nos ayudan a explicar muchos fenómenos y en ocasiones son la respuesta para entender el modo en que percibimos la naturaleza. Pitágoras y Galileo pensaban que los números eran un hallazgo, mientras que otros pensadores han opinado que son una simple invención humana.
Lejos de buscar que fue antes si el huevo o la gallina, se me antoja pensar… ¿Qué misteriosa relación guardan la belleza, los números y la naturaleza?

El número áureo es una de las respuestas, un número sorprendente que se representa por la letra φ (fi) y es aproximadamente 1,61803398874, conocido popularmente como la "Proporción Áurea". Esta proporción fue definida por Euclides hace más de dos mil años a raíz de su papel crucial en la construcción del pentagrama, al cual se le atribuyen propiedades mágicas. Desde entonces la proporción áurea ha hechizado a matemáticos, filósofos, científicos y artistas en el transcurso de la historia.
Parece ser que esta proporción numérica se encuentra en infinidad de formas, desde las más diminutas como los microorganismos, hasta las galaxias más lejanas...

Este número también se dedujo, 1500 años después de Euclides, por el matemático Fibonacci gracias a su famosa secuencia:

1 + 1 + 2 + 3 + 5 + 8 + 13 + 21 + 34 + 55 + 89 + .....

Para calcularlo se debe partir de cualquier número y sumar el siguiente en orden ascendente, de esa forma se obtendrá una secuencia infinita. El número misterioso saldrá de dividir cada número por el anterior.

El astrofísico Mario Livio, en su libro "The Golden Ratio" expone algunas lindezas sobre esta proporción:

La podemos encontrar en la relación entre la cantidad de abejas macho y abejas hembra en un panal, en la disposición de los pétalos de las flores, en la distribución de las hojas en un tallo, en los colmillos de un elefante, en la trayectoria del vuelo de un halcón cuando caza a su presa, en la distancia entre las espirales de una piña, en la distancia entre las espiras de cualquier caracol...

En el hombre también se manifiesta, por ejemplo en la relación que hay entre la altura de un ser humano y la altura de su ombligo, entre la distancia del hombro a los dedos y la distancia del codo a los dedos, entre la altura de la cadera y la altura de la rodilla, entre el diámetro de la boca y el de la nariz, entre el diámetro externo de los ojos y la línea inter-pupilar…
Está comprobado que la mayor cantidad de números phi en el cuerpo y el rostro hace que la mayoría de las personas reconozcan a esos individuos como guapos, bellos y proporcionados.

También esta proporción ha sido utilizada en el arte, en las estructuras formales de las sonatas de Mozart, en la Quinta Sinfonía de Beethoven, en obras de Schubert… puede que las compusieran de manera inconsciente, o ¿no?... Asimismo ha sido utilizada y encontrada en diferentes índoles artísticas, como la pintura, la escultura, la arquitectura, etc...

Es sorprendente encontrarla también en las formas de huracanes, de remolinos, en fósiles, en galaxias que contienen billones de estrellas, en agujeros negros, incluso hay quien se atreve a decir que está conectada con el comportamiento de los mercados de valores.

A pesar de que puede o no tener conexión con numerosas realidades que aún desconocemos, es incuestionable que ahí está. Está en mí, en ti y por lo visto en muchas de las cosas que nos rodean y que ofrecen cierta atracción a nuestros sentidos.
Todo ello, impregna a esta proporción de un misticismo extravagante...
La única conclusión que se me ofrece es que todo está conectado, desde lo más ínfimo a lo más grande... y que no es por casualidad sino que existe algún motivo oculto aún por descubrir... una especie de orden en el caos...

miércoles, 25 de junio de 2008

¿HASTA CUANDO?



En una botella se introduce una bacteria y se tapa. Ésta se reproduce una vez por segundo, de modo que pasado 1 segundo hay 2 bacterias en la botella, y pasados 2 segundos hay 4 bacterias. ¿Cuanto tardarán las bacterias en darse cuenta de que no caben en la botella?

Este es un ejemplo de la limitación de la mente del ser humano.
Las bacterias sólo tendrán 1 segundo para percatarse de que ya no caben en la botella, es decir cuando la botella se encuentre a la mitad, al segundo siguiente estará llena y no tendrán tiempo de reacción, morirán.
Los humanos somos incapaces de asimilar mentalmente las consecuencias de las progresiones geométricas y si no nos apresuramos en darle la importancia que tienen, sufriremos en breve un colapso.
Aquí muestro algunas gráficas que se asemejan a una progresión geométrica y que desgraciadamente auguran un futuro desalentador:



-Población:


















-Emisiones de CO2:


















-Temperatura terrestre:





















- Producción y consumo de petróleo:

























-Deforestación:

















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Y así podríamos continuar, con otros ejemplos como el consumo de materias primas, la hambruna, la extinción de especies, la pobreza, las enfermades psicológicas, la deuda de los países, la contaminación del mar, los fenómenos climatológicos, la basura, etc.

Nuestra botella, La Tierra, está al borde del colapso y puede que hoy no, pero puede que mañana o puede que de aquí a cincuenta años, ya no haya vuelta atrás....

lunes, 16 de junio de 2008

¿LA VERDAD ESTÁ AHÍ FUERA?


Alguien dijo: "El cerebro no fue diseñado para saber la verdad sino para sobrevivir." Ahora bien si no estamos diseñados para saberlo ¿porqué estamos diseñados para preguntárnoslo?

Nuestra capacidad de invención es casi ilimitada, fantaseamos hasta llegar a crear, sin embargo la iniciativa se ve limitada a obtener un beneficio propio e individual, que pocas veces tiene en cuenta el colectivo. La cultura o sociedad reinante favorece el individualismo, los comportamientos déspotas y malhumorados, puesto que mayoritariamente son los de menor esfuerzo y comportan una recompensa a corto plazo.

Sabemos que los proyectos a largo plazo en colectivo conforman una base sólida en nuestro comportamiento, un equilibrio mental que estrecha los lazos humanos y favorece la sensación de luchar por algo que tiene sentido, sin embargo, el error radica en que el proyecto de futuro suele ser algo que beneficia a muy pocos (Gobiernos en la sombra, organizaciones gubernamentales, medios de comunicación, empresas energéticas, empresas financieras, instituciones religiosas, corporaciones locales, etc...)
Desgraciadamente estos colectivos liderados por unos pocos han formado parte de nuestra percepción de la vida, como el escenario cotidiano que influye en la toma de nuestras decisiones. Y pocas veces lo cuestionamos a fondo.
En general, nuestros proyectos de futuro que deberían consolidarnos una base sólida de pensamiento, se fundamentan en algo en lo que nosotros no creemos si no que nos han hecho creer. Nacer, crecer y trabajar para poder consumir y reproducirse y de esa forma seguir consumiendo, esta es nuestra supervivencia.
Puesto que nos hemos conformado con pensar que no estamos diseñados para saber la verdad, se la han inventado y nos la han hecho creer a beneficio de unos pocos.

Si partiéramos de cero o reinventasemos lo existente aunando esfuerzos y tiempo en diferentes proyectos colectivos con una finalidad fraternal, y no en proyectos creados por empresas que no tienen más finalidad que acelerar la inercia de este sistema inventado, podríamos caer en la cuenta de que nuestro cerebro sí que está diseñado para saber la verdad y no simplemente para sobrevivir. La cuestión es buscar un nuevo enfoque y para ello hay que cambiar la mentalidad.

El problema es que seguimos fomentando el individualismo con cosas como creer que es demasiado osado compartir un pensamiento de este tipo con cualquier desconocido, o lo que es peor, con algún conocido...